miércoles, 10 de noviembre de 2010

¿PERSEGUIR EL FRACASO…EN CHILE?


Tom Peters es una persona fascinante por su manera especial de ver el mundo. Y, por cierto, todos somos especiales para ver el mundo, pero lo que èl expresa va mas allà de lo que aceptamos como norma. Por ejemplo, Peters tiene una màxima: “Persigue el fracaso, ¡maldita sea!”

En uno de sus libros Re-Imagina, Tom Peters, incluye el siguiente diálogo entre Regis McKenna, un gurú del marketing de Silicon Valley y Robert Noyce, coinventor del circuito integrado, cofundador de Intel y una leyenda de Silicon Valley:

Regis: Muchas empresas del valle fracasan…

Noyce: Puede que no fracasen las suficientes…

Regis: ¿Qué quieres decir con eso?

Noyce: Cuando fracasas, significa que estás tratando de hacer cosas nuevas…

Es decir, en opinión de Noyce (y de Peters) el fracaso puede ser una muestra de que se estàn intentando hacer cosas nuevas. Pero, lo terrible (y aquí pongo por delante mi propia experiencia) el fracaso puede llegar de la mano de la precipitación y exceso de confianza. Por ejemplo, he fracasado en tres oportunidades. La primera de ellas, por exceso de confianza respecto del comportamiento de los socios; la segunda, por ganas de emprender pero ofreciendo solo “màs de lo mismo”, y la tercera, por no contar con el respaldo a carta cabal de un proveedor. Es decir, en mi caso, los fracasos han sido por una mezcla de estupidez y cero racionalidad de negocios.

Cuando se camina por el centro de cualquier ciudad, el activo comercio es una muestra de aquellos que han sobrevivido a la dura lucha. Es decir, los negocios vigentes se han erigido sobre los fracasos de cientos de negocios que han perecido por muchas razones.

Y esta es la clave del capitalismo: el aumento del bienestar y del progreso material se consigue en base a un ritmo creciente de muchos fracasos. Si no hay fracasos, una sociedad no puede progresar porque no se estàn haciendo las suficientes y necesarias pruebas para probar la validez de nuestros emprendimientos.

Asì, el secreto para el éxito es tener muchos fracasos, porque son los fracasos los que permiten que el mundo se mueva. Y el mundo se mueve cuando las personas ponen en marcha sus recursos (inventiva, imaginación, dinero, tiempo, etc) en la bùsqueda de nuevas opciones màs rentables, probando alternativas para discriminar; para, finalmente, aprender como minimizar los riesgos y acotar las opciones de èxito.

En Chile, el fracaso tiene una connotación despectiva. Ser un “fracasado” no es visto como una herida de guerra, sino como una muestra de incompetencia, y generalmente, se valora en el mercado en forma negativa.

Este es el primer artìculo de este blog, en el que pretendo aplicar los conceptos aprendidos y enseñados por varios años y mis alumnos son una fuente de motivación en varios sentidos.

La idea no es provocar inútilmente, sino provocar un cosquilleo grato en la espalda de una mirada alternativa. Espero que me acompañen.

Nelson Rojas Ruiz
Investigador de Mercados y Negocios
Ingeniero Comercial y Elèctrico

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